En términos generales, restan muy pocos episodios críticos para alcanzar el total de las alertas ambientales registradas el año pasado.
Este invierno ha sido particularmente seco y eso contribuye a que se disparen los niveles de contaminación, ya que mientras más gélido esté el clima, los vecinos más se arriesgan a encender sus estufas a leña pese a que existe prohibición de humos visibles.
Según la Dirección Meteorológica de Chile, hoy domingo por la tarde y mañana lunes durante todo el día, se registrarán precipitaciones, que, de alguna forma, limpian el aire contaminado por calefacción a leña domiciliaria. No obstante, después de la lluvia, viene el frío, y ahí nuevamente la autoridad decreta algún episodio crítico, que en Talca-Maule (polígono único) por ejemplo, puede ser alerta, preemergencia o emergencia, si es que la contaminación atmosférica es muy abundante.
BRONCOPULMONAR
El decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Maule, doctor Raúl Silva, explicó los alcances del smog en nuestro organismo y adelantó que usar mascarilla no previene que uno inhale el material particulado, de hecho, ninguna cumple la función de filtrar.
“En esta época, como todos sabemos, producto fundamentalmente del uso de combustibles fósiles, de la leña, se genera un aumento de partículas ambientales en suspensión, y las partículas pueden ser de distinto tamaño, de distinto origen, pero las más pequeñas son las que llegan hasta los alvéolos, las otras se van depositando en la faringe, en la boca, en las fosas nasales y son eliminadas”, detalló el especialista broncopulmonar.
Añadió el médico que el sistema respiratorio, “tiene un sistema en el epitelio de la vía aérea, cilios que son como unos pelitos que tienen las células, que están moviéndose y arrastrando el material hacia afuera, pero el material particulado que tiene un peso molecular MP 2,5, llega más al fondo de la vía aérea, produciendo la inflamación de ésta”.
Esta inflamación se puede dar en cualquier persona, de la edad que sea, pero afecta más a la población vulnerable (que tiene enfermedades asociadas o menores), porque tienen más riesgo de sobreinfectarse.
“Un adulto mayor puede tener un daño pulmonar previo y si a eso le suma la contaminación, puede desencadenar un cuadro mucho más grave, como la neumonía. Protegerse con mascarilla tampoco es una solución porque igual la persona detrás de la mascarilla tiene que respirar, tomar aire y no existen mascarillas que filtren partículas 2,5”, sostuvo Silva.
RECAMBIO DE CALEFACTORES
A su juicio, una solución a mediano y largo plazo para disminuir los niveles de contaminación atmosférica es el recambio de calefactores, que está impulsando la Seremi del Medio Ambiente en colaboración con el Gobierno Regional.
“El uso de otros combustibles que no contaminan es otra solución, como por ejemplo las estufas eléctricas. Pero en el fondo la contaminación no es un problema de una sola persona, es toda la población la que tiene que tomar conciencia, porque para nosotros que trabajamos en salud, es claro que todos los días hay pacientes asmáticos, con enfermedades pulmonares crónicas obstructivas, claramente se descompensan más con el smog y acuden más a los servicios de urgencia y la contaminación se transforma finalmente en un factor de riesgo más que contribuye”, enfatizó el broncopulmonar Raúl Silva.
KINESIÓLOGO
Mario Órdenes, kinesiólogo, especialista respiratorio y académico clínico UCM, explicó en tanto que la palabra smog proviene del inglés smoke (humo) y fog (niebla). “Por lo cual es una mezcla química de humo y niebla, que no solo es desagradable encontrarse en las mañanas o en el atardecer, sino es extremadamente nociva para la salud. Las sustancias dañinas para la salud que son liberadas, principalmente, por la quema de leña y automóviles, son inhaladas por el ser humano, ya sea de forma directa o indirecta como es el caso de los bebés, los cuales respiran estas partículas toxicas desde las ropas de sus padres o cuidadores”, indicó.
Las principales complicaciones para la salud son en el ámbito respiratorio, partiendo desde una simple irritación en la nariz y ojos, siguiendo por tráquea y pulmones, lo cual agrava o desencadenas enfermedades respiratorias de mayor gravedad como la bronquitis, asma o EPOC, agregó el docente, quien sostuvo que además de las enfermedades de tipo obstructivas, también compromete el intercambio de oxígeno en los pulmones en cual sirve para mantener muchas funciones vitales del cuerpo humano.
“La aspiración de sustancias tóxicas del ambiente se dará en todos los grupos etarios, pero serán más vulnerables los extremos de la vida. Los niños entre más pequeños tengan su sistema respiratorio, es menos desarrollado, por lo cual una pequeña cantidad de smog podría obstruir al niño y en algunos casos agravar las enfermedades respiratorias que éste presenta. En los ancianos pasa algo similar producto del pasar del tiempo, su sistema respiratorio no es tan funcional, por lo cual es más propenso a obstruirse”, afirmó Órdenes.
Según su opinión, lo más importante es la prevención. El ejercicio físico ayudara a eliminar las sustancias tóxicas inhaladas y tendrá una mejor capacidad funcional, pero si el aire está contaminado, deberá hacerse en lugares cerrados, debido a que se inhalaría mayor cantidad de sustancia que las eliminadas. “En el caso de personas con enfermedades es necesario consultar a un profesional y que el ejercicio sea dirigido por un experto, como el kinesiólogo, para evitar tener complicaciones”, finalizó.
Fuente: Diario El Centro